Comte, siempre positivo

Estaba convencido de que sus ideas cambiarían la sociedad, de que el progreso era posible: solo había que tomar como ejemplo la naturaleza y como sistema, la ciencia. No funcionó: Comte cayó en la locura, en la desgracia y el olvido. Pero hay mucha ternura en tan extraño personaje y validez en ciertos postulados de su filosofía positiva. 160 años después de la muerte de Auguste Comte (1798 – 1857) recuperamos la singular figura de quien es considerado por muchos como el padre de la sociología. Sigue leyendo Comte, siempre positivo

Menéndez Salmón: «No responder, preguntar; no ilustrar, inquirir»

A menudo los personajes de Menéndez Salmón se hacen las mismas preguntas que los filósofos. ¿Cuál es la diferencia? De las relaciones entre literatura y su hermana, la filosofía, hablamos con el escritor asturiano.
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Spinoza: la herejía perpetua

Borges le dedicó hermosos versos, Freud confesó la dependencia de sus enseñanzas, Goethe que había obrado maravillas en él y Hegel que “para ser filósofo, primero hay que ser spinozista”. Son numerosos los ejemplos que hablan del predicamento que las enseñanzas del pensador holandés Baruch de Spinoza ganaron a lo largo de los años. Lo tuvieron al principio un selecto y mínimo círculo de seguidores a quienes maravillaba con su sorprendente razonamiento, sus inusuales ideas y sus modernas insinuaciones. 340 años después de su muerte, los siglos, el conocimiento y la extensión de su legado siguen incorporando audiencia y entusiasmo a la comunidad spinozista.

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